viernes, mayo 16, 2008

El arte de no escuchar

Me pregunto si alguna vez han tenido la sensación de estar hablando, y que esa otra persona, receptora de sus interesantes y dignas reflexiones (por ejemplo, bien podrían estar comentándo con el ardor de un estudiante, el último artículo que han leído en "El mundo del avicultor" o "La revista del puro" o tal vez haciendo una elaborada crítica de la película "No te fíes de un endocrinólogo pálido"), parezca sumida en un mar de fantasías o un mar de turbulentos pensamientos tales como: ¿Qué haré de comer hoy?, ¿Le pareceré atractivo/a al nuevo/a de contabilidad?, Si quiero comprarme un boomerang nuevo, ¿cómo hago para deshacerme del viejo?.

Sin embargo, hay otros seres que, por contra, tienen a bien extremar el entusiasmo, ¿por qué lo harán?, si lo que digo es una completa estupidez, pero ellos parecen muy contentos, excesivamente contentos y con ganas de saber más. Que extraño.

Pero, ¿serán el mismo tipo?

Pues bien, como siempre, Chesterton tiene la respuesta:

"Gahagan declaraba que Mr. Pond insertaba esas frases insensatas solamente para descubrir si sus oyentes escuchaban. Mr. Pond nunca dijo tal cosa, y sus motivos seguían casi en el misterio. Pero Gahagan declaraba que hay toda una tribu de modernas señoras intelectuales que han aprendido solamente el arte de volver hacia quien habla, un rostro lleno de ardor y atención, mientras sus cerebros están tan ausentes que algunas frasecitas como: "Al encontrarse en la India, visitó, naturalmente, Toronto", entran inocuamente por un oído y salen por el otro sin turbar el culto cerebro que hay dentro".

Al encontrarme en Madrid, visité, naturalmente, el Alcázar de Segovia...

83 comentarios:

Freia dijo...

Si que jo... sí, aunque Chesterton lo diga con muchísima más elegancia.
Tú sabes mejor que nadie además que lo de no saber escuchar se puede aplicar a muchísimos campos: no hay más que ver las caras de algunos en los conciertos o en la ópera.
Saludos Donna

Anónimo dijo...

¿Entonces qué es peor que no te escuchen o que te escuchen? Si puedo hablar de mi experiencias vitales... ¿Con que no puedo hablar? Pues, entonces ¡adios! (Se quedan sin saber lo que pienso, y tengamos en cuenta que alguien que emplee "experiencias vitales" tiene que ser un idiota redomado)

E. G-Máiquez dijo...

Jo, con Chesterton. Extraordinario método segoviano para un bocazas. Lo podré en práctica.

Josep Lloret Bosch dijo...

Para quien no vive cerca de Madrid, ciertamente, ya que hasta allí ha ido, mejor pasar la mañana visitando el Alcázar de Segovia que la Catedral de la Almudena y, si hace calor, tomarse una buena limonada en la Plaza Zocodover de Toledo...

Saludos.

Chuzz dijo...

Muy buena idea para controlar el interés que ponen nuestros semejantes en las palabras que pronunciamos. Lo pondré en práctica. Este Chesterton es así de práctico.

Anónimo dijo...

Mucho más interesante que “el mundo de avicultor” (Angelicata, está ud. obsesionada con los loros -“Pepito, qué pasa Pichi”-) es sin duda el mundo del apicultor. Si se olvidan ustedes por unos instantes (es difícil, ya lo sé) de los escritores anglo-aburridos y se van a los escritores nórdicos-suicidas, tenemos a un señor que se llama Lars Gustafsson que es sueco y que tiene un libro llamado “Muerte de un apicultor” que es una delicia de leer y de pensar. Básicamente el libro trata de un señor apicultor que está gravemente enfermo y que piensa en la muerte, mientras repasa su vida, y cuida de las abejas. Los suecos ya se sabe, son así.

Para que se hagan una idea de quién es Lars Gustafsson (algunos le llaman en Borges sueco), miren lo que dice cuando tiene buen día “La tolerancia de la intolerancia produce intolerancia. La intolerancia de la intolerancia produce tolerancia”

En fin, no sé a qué viene todo lo escrito anteriormente pero les voy a dar un consejo, cuando les llegue el día de la jubilación (que intuyo no estará muy lejos) dedíquense a la apicultura. De nada.

Anónimo dijo...

Doña Liuva la cita de Gustafsson es muy apreciable, ¡ojalá la tuviéramos en cuenta con los sarracenos! De los suecos me cae muy bien Carlos XII, pero no creo que tengan mucho sentido del humor(cosa que sí tienen los angloaburridos y el iniciador de la novela inglesa, el inglés Cervantes); Borges refiere que un día comentó burlonamente ante un académico sueco que a Venecia la llamaban "El Estocolmo del Sur" y el sueco repuso: ¿De veras? ¿puedo anotarlo?.

Anónimo dijo...

Qué manía le ha en¬trado a la gente con igualarse con Venecia. En cuanto una ciudad tiene un par de char¬cos ya hay alguien que dice que es igual que Venecia. Por ejemplo, a San Petersburgo le llaman también la "Venecia del norte"; Amsterdam es conocida como la "Venecia del norte"; y Estocolmo lo mismo ¿Pero cuántas Venecias hay en el norte? Seguro que a nadie se le ocurre decir de Venecia que es el San Petersburgo del sur, el Amsterdam del sur o el Estocolmo del sur (si usted dice que Borges lo dijo una vez, pues será verdad).

Con esto de las comparaciones pasa una cosa muy curiosa y es que nunca es recí¬proca la comparación. A los suecos por su elegancia se les ha llamado los "franceses del norte". ¿A que nunca a nadie se le ha ocurrido llamar a los franceses los suecos del sur? A los dane¬ses se les conoce por su carácter diferente a los otros escandinavos como los "italianos del norte". Seguro que nadie dice que los italianos son los daneses del sur. Al premio Cervantes se le conoce también como el "Nóbel de lengua hispana" ¿Quién se atreve a decir que el premio Nó¬bel es el "Cervantes sueco"? A Salamanca se le llama la "Atenas española", seguro que a Atenas ni se le ha pasado por la imaginación llamarse la "Salamanca griega".

Háganme caso y dedíquense a la apicultura.

Anónimo dijo...

Qué signos más raros salen hoy aquí. ¿Será una venganza por anteponer los insectos himenópteros a las aves psitaciformes?

Anónimo dijo...

Sí, estoy de acuerdo con usted(y esto me preocupa mucho, ¿no podría volverse como al principio?, creo que se ha vuelto más inteligente debido a la frecuencia con que alterna con gente realmente aguda como, por ejemplo, un servidor)todas estas expresiones y comparaciones manidas son tremendamente irritantes y sin embargo, es curioso, el tipo que las emplea parece altamente satisfecho de sí mismo por su uso. Y uno se pregunta el porqué, ¿acaso no se da cuenta de lo estúpido que está siendo?; está claro que no, los estúpidos no se dan cuenta de ello.

Anónimo dijo...

Según su deducción, señor Anónimo, una persona inteligente se da cuenta perfectamente de lo estúpida que está siendo. Así que para demostrar lo lista que es tiene que decir que es una estúpida. ¿no es eso estúpido?. ¿qué es más estúpido negar que se es o admitirlo?. Yo de usted en vez de estupidez usaría la palabra "sandez". Así se evita oir mis inteligentes estupideces.

Anónimo dijo...

No, es usted encantadoramente estúpida(o ponga inteligente, me da igual).Una persona decente siempre tiene una sana duda acerca de ella y evita absolutamente afirmaciones o negaciones tajantes.

Anónimo dijo...

El actor Pierre Fresnay comenó una vez:

-Jamás me hubiera casado con Yvonne Printemps si no hubiera comprendido que era la mujer de mi vida.

-¿y cómo llegaste a saberlo?

-Ella misma me lo dijo.

Anónimo dijo...

Donna ¿sigue entre nosotros?

Veamos, teclee algo. Una tecla es sí, dos es no.

Anónimo dijo...

Como nadie da señales de vida, a excepción de la gran Anónima, he decidido poner algo de la tesis doctoral que llevo en ciernes. Podrían admirar lo que llevo hecho si acaso lo entendieran(lo cual dudo por completo) e incluso discutirlo(y esto sí que me parece irrisoriamente risible), pero bueno yo lo pongo para que me admiren.
EL SOCIALISMO EN LAS OBRAS DE ECO

1.- Socialismo y marxismo textual
“El lenguaje es usado en servicio de lo arcaico, como percepción colonialista de la sociedad”, afirma Marx. Cameron (1) deduce de esto que debemos escoger entre el marxismo textual y la oscuridad lacánica. Pero el tema es interpolado hacia aquello que incluye la narratividad como realidad.
El tema primario de las obras de Eco es la base común entre identidad sexual y clase. En El nombre de la Rosa Eco deconstruye el marxismo textual; en La Estética de Tomás de Aquino insiste asimismo en el paradigma predialéctico del discurso. Así, Debord usa el término “socialismo” para denotar el rol del participante como lector.
El sujeto es contextualizado en lo que incluye a la verdad como paradoja. Pero la absurdidad y consiguiente carencia de sentido del socialismo descrito en “Los límites de la Intepretación( Avances en Semiótica) de Eco es también evidente en “La isla del día de antes” aunque más bien en un sentido mitopoético.
El sujeto es interpolado dentro de un paradigma predialéctico de discurso que incluye la sexualidad como totalidad. Podría decirse que la premisa del marxismo textual sugiere que la identidad sexual tiene sentido, pero sólo si el socialismo es inválido; de otro modo podría decirse que el “establishment” es capaz de autenticidad.
Si el paradigma predialéctico del discurso se mantiene, tendríamos que escoger entre el socialismo y el dematerialismo textual. Sin embargo, el sujeto es contextualizado en lo que incluye la verdad como realidad.
Marx usa el término “socialismo” para denotar una totalidad neocapitalista. En cierto sentido, en “La Estética de Tomás de Aquino” Eco reitera el paradigma textual del consenso; en cambio en Los Límites de la Interpretación(Avances en Semiótica) vuelve al marxismo textual.
1. Cameron, H. (1987) The Meaninglessness of Reality: The subdeconstructive paradigm of narrative, socialism and socialism. Yale University Press

Anónimo dijo...

Si lo he entendido bien, Eco vacía de contenido el término socialismo (en algunos casos)despojándolo de su materialismo narrativo pero añadiendo la verdad como algo intrínseco al mismo como una especie de "consenso" que aune la identidad sexual y el marxismo textual. De esta forma consigue relacionar la "clase" con la identidad sexual en el plano de la realidad.

Aunque puede que realmente no haya entendido nada de lo que ha escrito. En vez de una tesis, es una terrible tesitura la suya, señor Anónimo.

Anónimo dijo...

Dijo una vez André Gide: “Todas las cosas ya fueron dichas, pero como nadie escucha es preciso comenzar de nuevo”. Mi ausencia durante estos días tiene una explicación y esa explicación es fúnebre, o sea, que mejor no doy ninguna explicación. Sobre la ausencia prolongada de Angelicata me asalta la duda si estará en la cola para pillar buen sitio para ver a The Police o se habrá ido a Oceanía a aprender maorí.

c.hoyos dijo...

Liuva, lo siento de veras.

Anónimo dijo...

Gracias c.hoyos.

Anónimo dijo...

Sr. Anónimo, del señor Eco disfruté mucho leyendo “El nombre de la rosa”, disfruté mucho menos (disfrute negativo) con “El péndulo de Foucault”, y volví a disfrutan mucho con “Baudolino”, de lo demás de Eco es mejor olvidarse porque no hay quien lo entienda (bueno, ud. igual sí, pero ud. no cuenta, es ud. un patafísico).

Pero lo más interesante de Eco (por lo menos para mí) es lo extraliterario, lo que en su biografía quedaría escrito como “etc., etc.”. Por ejemplo:

-Ha sido nombrado duque del Reino de Redonda con el titulo de “Duque de la Isla del Día de Antes” por el Rey Xavier I de Redonda (Javier Marías).

-Es un acreditado bondólogo (experto en James Bond).

-Es también un célebre patafísico, perteneciente al Colegio de Patafísica como Trascendente Sátrapa. La llamada patafísica se dedica al estudio de las soluciones imaginarias y las leyes que regulan las excepciones: “lo que está alrededor de lo que está más allá de la física”. Si ustedes no lo entienden, les puedo asegurar que yo tampoco.

Anónimo dijo...

No sabía lo de "Bondologo", muy interesante. A cualquier otro le llamarían Fricki. Es lo que tiene ser una eminencia.

Anónimo dijo...

Pero donde verdaderamente Eco es fuerte es en la Cacopedia, que no es más que el “perfeccionamiento último de la Patafísica”. Él tiene algunos estudio científicos cacopédicos: “Oceanografía tibetana”; “Historia de la agricultura ártica”; “Anatomía de los canguros de Borgoña (Francia)”; “Historia de las colonias del Principado de Mónaco”, etc.

También domina sobremanera la tetrapilectomía, nombre docto que se le da al arte de cortar un cabello en cuatro partes, que no hay que confundir con el luthomicción, que es el arte de orinar en un violín.

Señor Anónimo... ¿me sigue?

Anónimo dijo...

Perdone, primero lamento su pérdida. Ya le dije que usted es como esa tía que casi todo el mundo tiene, o al menos yo la tengo, a la que uno sin saber cómo le toma afecto; así que cualquier cosa que le pase me hace sentirlo. (Ya le contestaré)

Donna Angelicata dijo...

Liuva, yo también lo lamento mucho. En efecto, el Sr. Anónimo, tiene mucha razón al decir que sin saber cómo, o quizás sabiéndolo, se les coge afecto a todos ustedes.

También lamento mi larga ausencia, hay veces que una tiene tanto trabajo que en su escaso tiempo libre no puede hacer gran cosa. Perdonen. No tardaré en regresar debidamente.

C.Hoyos vaya, vaya, vaya. Me gusta mucho su nueva apareciencia, ejem.

Saludos a todos

Anónimo dijo...

Bueno, realmente detesto tibiamente (y espero que no me pase lo de la Biblia) a Eco y sólo lo mencioné a causa de que me salió en esta página http://www.elsewhere.org/pomo/. Espero que se me disculpe por la pésima traducción que hice.

Donna Angelicata dijo...

No, Sr. Anónimo, jamás le perdonaremos semejante descaro. Hacernos creer, o al menos a mí, que había llevado a cabo una tesis doctoral de semejante envergadura. Mi asombro fue tal que iba a pedirle en matrimonio, pero ahora, ahora, sólo puedo pedirle que busque un mapache para ordeñar.

Anónimo dijo...

Muchas gracias por sus lamentos… pero lo de la tía cebolleta me sigue sin gustar.


“Yo tenía una granja en África”. Así empieza una de las más grandes películas que ha dado el cine: Memorias de África, de Sydney Pollack, que también falleció esta semana pasada. Siempre que veo esta película me emociono más allá de lo normal. Como me imagino que todos ustedes la habrán visto no voy a decir de qué va, pero voy a destacar algunos momentos inolvidables, por lo menos para mí.

La secuencia en la que Robert Redford le lava el pelo a Meryl Streep derrocha un erotismo increíble, el vuelo a través de África en avioneta (con la genial música de John Barry), la extraordinaria secuencia final cuando Karen es invitada al club de caballeros, o la emotiva escena en la que Karen suplica por los indígenas al responsable de la corona británica.

Anónimo dijo...

Tres apuntes más sobre Memorias de África en honor a Sydney Pollack. El primero es muy emotivo para mí en estos momentos. ¿A quién no le gustaría que sobre su tumba pastasen los leones?

“Hoy ha llegado el correo y un amigo me ha escrito lo siguiente: Los Masai han informado al Comisario del distrito de Ngong que muchas veces, al alba y al crepúsculo, han visto leones en la tumba de Finch-Hutton. Un león y una leona llegan hasta allí y permanecen en pie o echados sobre la tumba durante largo tiempo”.



“Y cuando veo que no puedo seguir soportándolo, aguanto aún un momento más y entonces sé que puedo soportar cualquier cosa...”



—Chatembour se ha ido a vivir a un árbol con un mandril.
—¿Macho o hembra?
—Hembra, por su puesto, Chatembour es muy normal.

Anónimo dijo...

Perdone, no quiero afrentarla pero yo no he visto esa película. Una película sobre África y resulta que en vez de matar caníbales y bichos muy raros se ponen a darse besitos!,no es eso lo que yo reclamo de una película de aventuras. Cuando ruge la marabunta, eso es lo que yo llamo una muy buena película, tiene todo lo que yo ansío:Eleanor Parker, hormigas canibalizadoras, frases memorables...

Anónimo dijo...

No se preocupe Donna, nuestro matrimonio hubiera tenido muy débil base si se hubiera basado en Eco, ya le daré mejores razones para que me solicite.

Anónimo dijo...

Cuando ruge la marabunta es de un romanticismo patatero donde Charlton Heston hace de oso hormiguero. A veces su sensibilidad me recuerda ud. a la King Kong.

Anónimo dijo...

Repito: A veces su sensibilidad me recuerda a la de King Kong.

Anónimo dijo...

Bueno, ¿qué le vamos a hacer?, pero lo recuerdo que él estaba enamorado de Fay Wray, y en cierto modo me está elogiando, ¿no puede encontrar otro ejemplo más ofensivo?

Anónimo dijo...

En realidad tiene ud. razón, King Kong es un mono muy tierno y sensible que se va enamorando sucesivamente de Fay Wray, de Jessica Lange y de Naomi Watts. Tendré que pensar algo más ofensivo.

¿Cómo se le queda el cuerpo si le comparo con el más malo de todo el oeste, Liberty Valance (Lee Marvin) en “El hombre que mató a Liberty Valance” de John Ford?

“Ese es mi bistec, Valance”'.

Anónimo dijo...

Si fuera ud. mujer no tendría duda: sería Cruella de Vil.

Anónimo dijo...

Siento decir que si me compara con Lee Marvin ahora sí que la ha hecho buena, pues difícilmente podría hacerme un elogio mejor.

Anónimo dijo...

"Es absurdo dividir a la gente en buena y mala. La gente es tan sólo encantadora o aburrida." Oscar Wilde.

Aprovechando que se están dedicando a arrojarse mutuamente sus increíble e irónico sentido del humor, les diré que estoy bastante molesta porque desde ayer no paro de estornudar. Me he puesto ante el espejo para analizar tan curioso síntoma y no me ha servido de nada porque nadie puede verse a sí mismo mientras estornuda. Al hacerlo siempre se cierran los ojos. Así que he corrido a informarme sobre el asunto y he descubierto un montón de cosas interesantes y que no sirven para nada. Por ejemplo que estornudo en checo se dice kýchnutí. También he descubierto que los chinos piensan que si se estornuda mientras se apuesta en un juego de azar es síntoma de que se va a ganar.

¿qué opinan? ¿debo apostar todo mi dinero a la primera oportunidad que se me presente? ¿o debo darme a la bebida? Hipócrates decía que es imposible estornudar cuando se tiene hipo. ¿que es mejor, ser millonaria y estornudar todo el rato o ser pobre pero hipar de la mañana a la noche? Terrible dilema.

Josep Lloret Bosch dijo...

Me parece, querida Donna, que si apuesta todo su dinero con los ojos cerrados, va a acabar arruinada; puestos a arruinarse, mejor consiguiendo un estado etílico placentero, aunque luego le venga el hipo.

Saludos.

Anónimo dijo...

Lamentamos que haga una cosa tan vulgar como el estornudar(y encima en días festivos) y lo peor es que nos ha fastidiado un precioso dicho popular por sus investigaciones hipocrática-sinológicas y tendremos que modificarlo en algo así como "agraciado en el juego,afortunado en humores".

Anónimo dijo...

Ayer vi de nuevo Memorias de África y me volví a emocionar tanto o más que la primera vez ¡qué peliculón! Claro, que no todo el mundo tiene la sensibilidad adecuada para gozar de ella: “Yo tenía una granja en África…”

Y ya que estamos con África, señora Anónima, ha de saber que los curanderos africanos creían que los enfermos mentales tenían gusanos en la cabeza y que producían unos cuerpos peludos que interferían en el funcionamiento cerebral normal, el tratamiento de estos trastornos consistía en expulsar a estos gusanos mediante medicinas que hacían estornudar violentamente a los pacientes. ¿Ha estado recientemente en África?

Anónimo dijo...

Liuva, la suya ha sido una forma muy delicada de decir que estoy loca de remate. Y si acaso tuviera usted razón, ¿es esa la única cura? He de decir que no tengo muchas ganas de expulsar gusanos por la boca, me parece muy poco femenino.

Sr. Anónimo, si el "humor" es bueno, bienvenido sea. Es cierto que estornudar es algo muy vulgar. Pero mis estornudos son muy originales, nunca suenan igual. A veces es un ¡Achiss! tipiquísimo y a veces suenan más a ¡Achúapapaf!, o incluso a ¡Chussimbé!. Ya que los que me rodean me tienen que sufrir, al menos intento darles algo de espectáculo.

Anónimo dijo...

Me estaba preguntando en estos momentos de curro negativo si lo contrario de estornudar es intornudar. A mí me pasa a veces que en vez de expeler estreptococos y estafilococos, los impelo, o sea, los intornudo. Está claro que esta es una materia para la Patafísica. Si alguien está interesado en el tema se puede ampliar con ejemplos prácticos.

Sra. Anónima, cuando está viendo una ópera de Mozart y le entra un ataque agudo de estornudos ¿qué hace? Bueno, igual en una ópera no se nota tanto, ya que alguien dijo que una ópera es cuando a un tipo le apuñalan en la espalda y en lugar de sangrar, canta.

Anónimo dijo...

Liuva, si estuviera en una opera de Mozart y no pudiera parar de estornudar, simularía que estoy esnifando rape. (ante todo mantener la dignidad). También es verdad que dirigiría mis estornudos al molesto señor que no para de moverse en el asiento de delante.

Anónimo dijo...

Perdone Doña Liuva, hay algo que me sorprende en usted(quiero decir, claro, que me sorprende más de lo normal) ¿cómo puede emplear la palabra"curro"?. Creía hasta ahora que su uso estaba relegado a esos seres infrahumanos, me estoy refiriendo a los así llamados guionistas españoles y a aquellos, aún más infrahumanos, que intentan imitarlos. Como usted no pertenece a esos dos grupos(eso me parece), me gustaría una explicación acerca de ello, o más bien, la exijo. Pues si empezamos a decir cosas así ¿cómo terminaremos? Nos libramos de los supuestamente estetas wildeanos , librémonos de los "currantes" también!. (Y no pretendo corregirla de ningún modo como el sr. libidinoso) (Ya me imagino una contestación con unas estadísticas sobre la frecuencia de la palabra "curro" en la conversación)

Anónimo dijo...

Sinceramente la palabra curro no la empleo en mis conversaciones nunca, aquí había escrito “trabajo negativo” pero al releer el texto me pareció que ese concepto iba a pasar desapercibido, así que quise darle más exhibicionismo al término y lo cambié por curro. Estoy totalmente en contra de lo que significan las palabras curro, currante, currando, etc., esa es la España que pone a desfilar la cabra delante de los Borbones y que detesto. Así que acepto gustosa su colleja virtual (otra palabra cabril) y prometo no volver a emplearla (a no ser que lo exija un tango).

Anónimo dijo...

No,no, no se preocupe. Sólo era que no me encajaba en lo que hasta ahora conocía de usted. Desde luego, no había ningún ánimo censor ni corrector. En mi lugar de trabajo se pasa sin solución de continuidad de una expresión de lo más pedestre a un lenguaje almibarado, cursi y políticamente correcto y uno se pregunta si no se puede hablar de una manera intermedia (pero bueno, ¿esta gente no puede adecuar la expresión a la idea?, claro que si no tienen ideas...)

Anónimo dijo...

Cuando hoy he leído que se ha muerto Mel Ferrer, me ha venido a la cabeza por una asociación de ideas, Lili Marleen.

Lili Marleen es una gran película de Fassbinder protagonizada por la genial Hanna Schygulla. Pero en realidad Lili Marleen es la historia de una canción que durante la Segunda Guerra Mundial llegó a convertirse en todo un himno, primero del nazismo y posteriormente del bando aliado.

Les dejo un enlace para que la puedan gozar, y les recomiendo que vean la película. Es una versión de Marlene Dietrich, aunque hay otras versiones también muy buenas.

http://www.youtube.com/watch?v=nfllUtxDriA&feature=related

(Les puedo asegurar que tengo guardadas un montón de versiones de Lili Marleen, casi tantas como de Ne me quitte pas de Brel).

Anónimo dijo...

A mí lo que me parece incomprensible de Mel Ferrer es que estuviera casado con esa especie de estafermo que fue la Hepburn. En fin, supongo que ahora sí que puedo decir que descanse en paz, pobre, aunque, claro, por otra nadie le obligó a casarse -supongo-.
Por otra parte, puedo entender que alguien fuera a la guerra con Lili Marleen, pero ¿puede uno ir a la guerra con la canción del pelma de Brel? Sólo un onanista esterilizado con impulsos autodestructivos.

Anónimo dijo...

Pues a mí me hacía gracia ver a la Hepburn de paquete en la vespa de Gregory Peck en Vacaciones en Roma.

Mel Ferrer y Audrey Hepburn estuvieron casados 14 años, y estuvieron divorciados muchos más. Tuvieron un hijo, Sean Hepburn Ferrer que dijo sobre el final de la relación de sus padres: “La estrella de mi madre no cesaba de ascender, la de él palidecía y él no lo soportó”. Está bastante claro lo que pasó.

Puede que fuera un estafermo, pero un estafermo con el rostro más hermoso de la historia, o por lo menos así lo decidieron en su día entre las 100 mujeres más bellas. Sí, era guapilla, y anoréxica también.

Nadie ha dicho que la canción de Brel sirva para ir a la guerra. Tiene ud. una idea muy equivocada de lo que es el onanismo.

Anónimo dijo...

Pues a mi también me parece muy guapa Audrey Hepburn (de barbilla para arriba).

Por cierto, he cesado de estornudar. La visión de un millón de gusanos saliendo por mi boca me aterrorizó. Ahora, por contra (y fíjense que curioso) tengo hipo.

Ni una palabra.

Josep Lloret Bosch dijo...

¿Hipo? Veo que ha seguido mi consejo...

Anónimo dijo...

Sigan, sigan con sus elogios a la mala imitación de una Maria Callas delgada, pero si supiera que ustedes son hombres pensaría que son homosexuales.
Y disculpe, pero sus dudas acerca de si sé lo que es el onanismo me parecen altamente ofensivas; podría hablar extensamente acerca del pecado de Onán(que no es el mismo que lo que hoy cae bajo la definición de onanismo)

Anónimo dijo...

¡Oh cielos! con el pecado de Onán volvemos otra vez a los cuñados y a las cuñadas. Onán fue el inventor del coitus interruptus. Pero lo que no está claro es si lo que hacía Onán era porque le gustaba su cuñada o porque no le gustaba su cuñada.

A María Callas ¿le apuñalaron alguna vez por la espalda?

Señora Anónima, cuide ese hipo, no le vaya a pasar como a Charles Osborne de Iowa que empezó a hipar en 1922 y no paró hasta 1990 a razón de 20 hipadas por minuto. Otro que hipaba mucho era el malvado Rasputín.

Anónimo dijo...

Sí, volvemos a los cuñados, nuestras conversaciones son como un inmenso rondó(y así hago muestra ostensible de mis conocimientos musicales a ustedes que por lo que puedo deducir son unos ignorantes).
No entiendo lo del apuñalamiento, ¿acaso quiere decir que apuñalaron a la Hepburn?. Si eso fuera cierto, disolvería en parte mi misantropía.

Anónimo dijo...

No, a la Hepburn no la apuñalaron, lo que quería decir del apuñalamiento de la Callas por la espalda es algo que ya dije el otro día sobre la ópera, pero como ud. no me escucha, hay que volver a repetirlo:

“Un ópera es cuando a un tipo le apuñalan en la espalda y en lugar de sangrar, canta”. Edward Gardner.

Aparte de esto, quería decir algo sobre un comentario suyo. No entiendo sus presunciones de homosexualidad a todo hombre o mujer que le guste Audrey Hepburn. A las mujeres nos gustan otras mujeres y no por eso debemos ser obligatoriamente lesbianas. Según su simplificación sobre la Hepburn, su marido Mel Ferrer también era homosexual, y su hijo, que tenían un complejo de Edipo bestial, también, y Billy Wilder, que se enamoró de ella mientras rodaba Sabrina, también, y todos los actores y actrices de Jólibu, también, y… medio mundo era homosexual por culpa de la Hepburn. Anda que… ya le vale.

Donna Angelicata dijo...

Madre mía, cada vez que me asomo, mi sorpresa es mayor. ¡Hay que ver por que derroteros terminan ustedes!. Me uniré ahora que tengo un impasse, y no debe ser desaprovechado.

He estado leyendo algo acerca del pecado de Onán -para unirme a sus interesantes debates- y he visto que Dorothy Parker llamó a su periquito "Onán", por desperdigar su semilla. Pobre animal, pero ¿qué demonios pensaría la Parker que hacía su pobre ave?. No me imagino a un periquito en ninguna de las dos acepciones del onanismo.

Donna Angelicata dijo...

Por otra parte, a mí la Hepburn también me parece muy hermosa (espero no ser lesbiana) y tiene razón, Liuva, verla en la parte trasera de esa vespa con Gregory Peck era divertido (aunque más divertido e interesante era ver a Gregory Peck)

Donna Angelicata dijo...

Sr. Anónimo, disculpe, ya que es usted tan ostensiblemente superior a nosotros en música, me aprovecharé de dicha superioridad, si es que me lo permite, para preguntarle humildemente que opina de la Sonata para violín No.9 en La mayor, comúnmente conocida como la Sonata a Kreutzer de Beethoven y de la Sonata para violín y piano, número 1, en Sol mayor, opus 78 de Brahms.

Muy agradecida

Anónimo dijo...

Mea culpa por lo del apuñalamiento, pero me hacía ilusiones de que alguien tuviera mis exquisitos gustos(trágico! me temo que no podré dejar de ser misantrópico jamás.)Sobre lo de la homosexualidad, mi comentario versaba sobre los hombres, cuando he oído elogiar a la Hepburn por parte de un hombre siempre me digo"madre mía! este tipo sabe tanto de belleza femenina como yo del general MacArthur" y sospecho que su interés en las mujeres es como el que ve un hermoso pastel de nata en el escaparate pero sin intención de entrar a comérselo(siento la comparación, pero es que acabo de comerme uno). Bueno, pues medio mundo debe ser homosexual ¿y a mí qué(recuerde que soy misántropo)? (el hecho de que sean uno o miles de millones no destruye mi razonamiento)

Anónimo dijo...

Yo no le tengo mucha simpatía a la sonata a Kreutzer, hay mucha literatura en torno de ella y eso me da dolor de cabeza(entiéndame, esto es dentro de la obra beethoveniana), si tengo que escoger me quedo con la sonata para violín y piano nº 10 que es mucho más genial y además ningún estúpido ha hecho una novela sobre el adulterio con ella. Sobre la de Brahms que cita, la adoro, y como fruto del entusiasmo que usted ha provocado ahí va esta inundación lírica que siempre me llega cuando la escucho(de tal manera me afecta que tengo que comprar cuatro asientos a la redonda si no quiero que me echen del teatro por molestar los circundantes con mis gemidos, cloqueos, lloros, suspiros y toda la parafernalia sentimental de los tipos bebedores de vinagre): "Así, no se requiere exceso de imaginación para ver la obra como bañada en la tibia melancolía de una lluvia de verano que porta en sí misma la esperanza cautivadora de un arco iris. ¿Lucirá en los últimos compases? Apenas."

Donna Angelicata dijo...

Gracias Sr. Anónimo, aprecio ciegamente su opinión.

¿Puedo abusar una última vez?. ¿Y la sonata para violín, número 3, en Do mayor, BWV 1005 de Bach?.

Anónimo dijo...

Ahí me ha pillado porque no recuerdo si me resultan más duras las sonatas o las partitas(yo diría que las sonatas, pero no estoy seguro)¿Qué hago? ¿Qué hago para parecer insoportablemente inteligente? ¿Consulto el Tranchefort o el Grove y mezclo ambas obras para que no lo localice usted? En todo caso cuando uno las oye tiene que poner cara como las que hay que poner cuando se oyen las suites de violonchelo, esto es de profunda abstracción(aunque esté pensando en lo fea que era la profesora de francés que teníamos-y que nos ponía lo de Brel-, doña Elvira) y luego decir algo como quien no quiere la cosa que parecía que sonaban dos violines y luego por si te preguntan más, decir que Bach transformó un instrumento monódico en uno polifónico. (Y luego irse rápidamente)

Anónimo dijo...

Más que el arte de no escuchar, yo prefiero el arte de la comunicación besuguiana. Es todo un homenaje al ingenio, si se sabe ejecutar correctamente: tratemos de hacer creer al "partenaire" que es él quien se ha salido de la conversación inicial y que por eso no se entera de nada.

Yo, personalmente, lo suelo practicar en los supermercados con la anciana de turno que está en la carnicería y se queja de que las chulentas están caras. Cualquier cosa es un buen punto de partida para lanzarse, obviamente aprovechando la diferencia de neuronas gastadas debido a la edad (aunque el aquí presente se haya dejado muchas por el camino).

Pero supongo que ese es otro tema a parte, verdad "Miss Angelicata" (reina del Turia y hoteles circundantes).

Un saludito (o dos)

Anónimo dijo...

Qué daño tan irreparable le hizo a ud. doña Elvira con Brel. Ya nadie habla de Léo Ferré, de Georges Brassens, de Jacques Brel, de George Moustaki…de lo cual se deduce que el mundo va peor. Una de las canciones de Léo Ferré que más me gusta es “Cette Blessure” (Esta herida) en la que habla de esa herida que todos tenemos más o menos grande, la suya por culpa de doña Elvira.

Anónimo dijo...

Perdonen, ante el temor (o la esperanza) de que se me confunda con el anterior sr. Anónimo, yo, personalmente, hago la declaración de que jamás empleo la expresión de "yo, personalmente"; bueno, quizás si se me nombrara representante especial de la especie humana en un congreso intergaláctico de especies alienígenas que se celebrara en Vesta y en un momento dado tuviera que expresar alguna idea que fuera exclusiva de mi humilde persona y de mi abuela, quizás la dijera(pero no estoy muy seguro).

Anónimo dijo...

Pues sí. A mi lo que más me molestaba de doña Elvira era su expresión soñadoramente romántica(!!!!!) cuando escuchábamos esa repulsiva canción en el laboratorio de idiomas. ¿Tienen los profesores ensoñaciones románticas?. A mí sólo pensar en eso me quitaba(y me quita!) el apetito.

Anónimo dijo...

Abusaré yo también de su amabilidad señor Anónimo. Me han recomendado que escuche la obra de Antonio de Cabezón (el Bach español), pero quien me lo ha sugerido no me transmite ninguna confianza (entre otras cosas sugirió que lo mejor para quitar el hipo es andar descalzo sobre un montón de ortigas), por lo que espero sus indicaciones al respecto.

En cuanto al hipo, ya estoy curada. Dos horas frente a la tele en horario de máxima audiencia y mano de santo. Eso si, después me tuve que tomar una tila.

Anónimo dijo...

No se preocupe me gusta ejercer de gurú musical, pero en este caso lamento decir que son más limitados de lo normal mis conocimientos acerca del Cabezón alemán(disculpe, pero detesto este tipo de apelativos), hace poco comencé una biografía suya pero está detenida en la mortalmente aburrida descripción de Castrillo de Matajudíos. Sin embargo de los dos discos que tengo del Frescobaldi español(!!!!) puedo recomendarlos sin reservas(aunque podría reservarme alguna recomendación). Tengo uno de la obra completa interpretado por Antonio Baciero que me gusta mucho y otro de Naxos que recomiendo por su precio(un estúpido diría su relación calidad-precio). Lamento no poder decir mucho más, aunque si aceptamos que Byrd era el Cabezón inglés o Cabezón era el Byrd inglés y Byrd me gusta muchísimo entonces yo le diría "go ahead!".
Postdata: Me alegro mucho de su curación del hipo, en este sombrío y amenazante lunes noticias como la suya hacen que la vida reluzca por sí misma.

Anónimo dijo...

Muchas gracias, Sr.Anónimo, creo que primero dedicaré un par de días a Byrd y después le daré una oportunidad al Cabezón.

Anónimo dijo...

Porque ustedes son serios, que si no, pensaría que estaban haciendo historia a lo Pío Moa: un señor llamado Cabezón ejerciendo de músico en la corte del rey “gótico” Carlos V de Prusia (gótico doblemente, por los ataques de gota y por la mandíbula ojival que le impedía cerrar la boca), y nacido, el tal Cabezón, en un pueblo llamado Matajudíos (que no hay que confundir con Matamoros).

Señor Anónimo, usted se preguntaba si los profesores tienen ensoñaciones romántica, con gente así y con pueblos así es imposible tener ensoñaciones románticas, ni los profesores ni nadie.

Anónimo dijo...

No entiendo muy bien su comentario, si es por la España de Cabezón no creo que la Inglaterra de Byrd-ni el resto de Europa- fuera mucho mejor(posiblemente mucho peor). Pero no hagamos mucho caso de esto, escuchemos a Cabezón, a Byrd, a Morales, a Guerrero, a Victoria, a Tallis.
Yo me refería a la naturaleza de los profesores que me parece completamente antierótica.

Anónimo dijo...

Donna ¿ni siquiera esta noche contarás historias alrededor de la hoguera?

Donna Angelicata dijo...

Anónima, perdón, prometo volver a contar tontas historias pronto (pero no, en la hoguera no cuento; yo sólo las cuento a ustedes). Además, en vez de saltar la ola, salté feliz del sofá a mi cama.

Espero que estén todos bien.

Hasta pronto

Anónimo dijo...

Donna, toque de corneta. Salga de la cama. Tiene correo pendiente.

Landahlauts dijo...

Demasiado descanso es ya este...

Chuzz dijo...

¿Cerrado por vacaciones?

Donna Angelicata dijo...

Señores, acepten mis disculpas. Sí, en efecto, demasiadas vacaciones para ni tan siquiera haber tenido vacaciones reales todavía. Y como ya me queda poco para las mismas (Sr. Landahlauts, como ya le dije, su blog sobre Granada me ha ayudado mucho a prepararlas), veo tonteria empezar algo para cerrar enseguida. Por tanto, espero sus visitas ya en septiembre, para cuando, Dios lo quiera, espero divertirles de nuevo.

Tengan unas buenas vacaciones.

PD: Cuídense de las insolaciones, las medusas, los tiburones, el gazpacho (si tienen pensado besar después), las sombrillas asesinas que se vuelan y se le clavan a uno en el corazón (no es una metáfora romántica), los ligones de playa (esto tampoco es nada romántico), la gente que solo lee en verano (y además, parece que se jactan porque creen que eso ya es un mérito)

Anónimo dijo...

¡Esto si que es grande! Reaparece para decirnos que se va de vacaciones. ¿No cree que eso es demasiado cruel? Y de sus palabras parece deducirse que piensa ir a Granada. Pero si a ese sitio sólo van palurdos admiradores de Mariana Pineda y domingueros que hacen caso de la publicidad que inició el tonto de Irving hace casi doscientos años. ¡Qué decepción! Vaya, por favor, a un lugar más exótico (o sea, a uno que no lo sea)

Anónimo dijo...

Si hubiera un momento más oportuno para irse de vacaciones es precisamente cuando vuelven todos los demás de las suyas. Así se evitan tediosas tardes viendo fotos de lugares extraños y conversaciones aburridas sobre la temperatura ambiente.

Donna Angelicata dijo...

Sr. Anónimo. He cambiado mi destino vacacional por usted. Espero que Agharta le parezca lo suficientemente exótico.

Anónima, ¡tiene usted razón!. Me produce jaqueca sólo imaginarme que algún conocido pueda torturarme en septiembre de ese modo. No obstante, he aprendido eficaces técnicas de huída en recintos cerrados que sin duda aplicaría en semejante caso.
Sin embargo, lo lamento por ustedes, no podrán evitar una soporífera entrada acerca de la temperatura ambiente de Granada, huy, quiero decir, Agharta.

Disfruten de su tiempo.

Anónimo dijo...

Perdone, también tenía otra crítica que hacer a sus palabras. Usted nos aconseja no tomar gazpacho si uno tiene pensado besar a alguien, pero ¿no cree que es excesivamente pretencioso someter la alimentación a los besos?. Salvo en el caso de los seductores profesionales, que, como es natural, se les exige que deban estar besando constantemente, no me imagino que alguien que porque tenga pensado besar a su abuela se abstenga, por ejemplo, de las cebollas. ¿Y si su abuela luego se niega al ósculo? ¿Y si luego llega él y no está la abuela? ¿Y si se muere(él,no la abuela)? Por eso vivamos dignamente el presente,alimentémonos mediterráneamente(¿conocen a alguien que hable de la dieta mediterránea?, pues ahí tienen a otro idiota)y comamos todas las cebollas que podamos mientras vivamos, que luego ya Dios proveerá.

Anónimo dijo...

Tiene razón Sr. Anónimo. Creo que es perfectamente compatible comer cebolla y besar los pies.

Donna, si piensa ir a Granada no olvide comprar licor de ídem, fresco y suave y con un color precioso.

Anónimo dijo...

Disculpe, amable Anónima, pero su sarcasmo yerra el tiro. Claro está, que me doy cuenta de la incompatibilidad odorífica entre la cebolla y la fricción labial,como me doy cuenta de que si estuviera en un restaurante delante de un plato de cebollas crudas y se me apareciera Venus haciéndome ver que era un serio sucesor de su Adonis puede que no me comiera las cebollas; mi comentario iba sobre que me parece bastante penoso que alguien se diga al levantarse del lecho "bueno, hoy no comeré cebollas, porque puede que bese a alguien" o "tengo una cita, no comeré cebollas entonces". Semejante planificación me dejaría más muerto que a un aborigen tasmano al que se le obligara a ver una película española.(Bien,no hace falta desenterrar a un pobre tasmano, yo mismo)