martes, agosto 12, 2008

Marcho de vacaciones no sin antes despedirme debidamente

Apreciados seres,

Lo primero de todo es pedirles disculpas por la lamentable carencia de entradas que este blog ha sufrido los últimos meses. En realidad, todo ello tiene una explicación muy sencilla. O no tan sencilla. En cualquier caso, me dispongo a referir las aventuras que viví y que, como consecuencia, me han tenido apartada de lo que más me gusta en este mundo (y también de ustedes).

Todo comenzó una dominical y plácida tarde de verano en la que estando yo sentada frente al ordenador escribiendo una genial entrada como es habitual, de repente, un ser blancuzco y decrépito apareció ante mis ojos. Con sus viscosos tentáculos me asió de manos y pies y me transportó a los confines del mundo. Viajamos, como digo, al centro de la Tierra, a través de la entrada de las piernas de la Esfinge de Giza. De repente, se zafó de mí, y su imagen empezó a sufrir un grotesco cambio. Poseída por un miedo cerval, contemplaba como el blanquecino e inmundo bicharraco resultaba tornarse nada menos que en Helena Petrovna Blavatsky, con lo que en ese instante mi estremecimiento fue mucho mayor, claro. Grité todo lo sonoramente que pude pues la imagen verdaderamente me horrorizaba. Para lo único que sirvió el bramido fue para que otras extrañas figuras se aproximaran rápidamente. Las sospechas de que algo mucho más siniestro se acercaba, aumentaban conforme se disipaba la luz. En efecto, tenía ante mí a seres tan diversos como Hitler, Julio Verne o el Almirante Richard E. Byrd. Lo que aconteció después, apenas puedo narrarlo o apenas me dejan. Solo puedo decirles que mientras estuve retenida, solicité un pc portátil para escribir alguna entrada en mi blog, pero no me lo permitieron alegando que la conexión wifi en el mundo intraterrestre solo daba para un minuto de conexión al día y que el cupo lo tenía ya cubierto don Adolf que tenía que comunicarse por Messenger con Eva Braun (que también está en ese mundo, pero en la otra punta, allá por el Desierto de Gobi)

Espero que sirva lo contado como justificación suficiente como para que disculpen la ausencia.
Ahora parto de vacaciones. Les veo en Septiembre, si Dios, o los intraterrestres, lo quieren.