sábado, septiembre 27, 2008

Los millones de Fermín

En estos momentos de crisis galopante (miren que bien, parece que voy a darles un prolijo y fecundo discurso político-económico. Lástima que sea una especie de paramecio senil -¡voy adquiriendo una humildad a todas luces elogiable!- y no tenga ni la más remota idea sobre estos asuntos, aunque claro, si nadie hablara más que de lo que sabe, el mundo sería una inmensa cartuja del silencio), se me ocurre transmitirles este pequeño fragmento del más gran humorista entre los grandes.

Hoy he acabado esta novela suya (si aún no saben que me refiero a D. Enrique Jardiel Poncela, es que son ustedes unos protozoos del paludismo. Sírvanse perdonar este chiste). Les dejo con suma generosidad y desprendimiento de retina este diálogo de “Amor se escribe sin hache”.
Ya saben que siempre busco solaz en las grandes obras literarias para que otros hagan el esfuerzo por mí, pues si ya lo hicieron, que les sirva de algo. Bueno, por algo me llaman Donna Angelicata, siempre haciendo el bien.

¡Lean, microbios del tifus!:

LOS MILLONES DE FERMÍN

- Me sobra dinero- dijo Fermín-. Ayer mismo estuve pensando lo que podría hacer con el dinero que me sobraba. Dudaba entre edificar un sanatorio de tuberculosos o montar una fábrica de patatas fritas.
- Da lo mismo – aclaró Zambombo-. Y para las dos cosas tendrías mucho público.
- Pero hoy ya no dudo. Los tres millones que no me hacen falta irán a parar a tu poder.
- Pues chico, no te doy las gracias porque me parece inadmisible utilizar esta fórmula, que se emplea cuando le regalan a uno un cigarrillo, para responder al regalo de tres millones de pesetas.
- Sí, verdaderamente... Debía existir otra palabra más importante para estos casos. Digan lo que quieran, el idioma español es pobre, ¿no?...
- No es que el idioma español sea pobre. Lo que sucede es que hasta ahora no se había dado el caso en España de que un amigo le regalase a otro tres millones de pesetas, y ¡claro!, no ha hecho falta inventar esta palabra nueva que exprese el agradecimiento máximo...
- ¿Y por qué no la inventas tú? Puesto que el caso se ha dado ya, es necesario inventar la palabra.
- Espera, a ver.

Zambombo estuvo un rato pensativo, mientras el auto corría remontando la calle de Alcalá.

- ¿Qué te parece carchofas?
- ¿Cómo?
- Carchofas. En lugar de decir “¡muchas gracias!”, se diría “¡muchas carchofas!”. Y en vez de decir: “Te quedo muy agradecido”, decir “Te quedo muy acarchofado”. ¿Te gusta?
- Sí, es bonito. Pero como se lo digas a otro que no sea yo te rompen una pierna.
- Es que nadie en el mundo me volverá a regalar tres millones de pesetas y, por lo tanto, no tendré que decírselo a nadie.
- En ese caso...
- En ese caso, Fermín –concluyó Zambombo algo emocionado- ¡te doy miles de carchofas por tu gigantesco regalo y te juro solemnemente que mi acarchofamiento será eterno!...

18 comentarios:

Donna Angelicata dijo...

Me acabo de enterar de que hoy ha fallecido Paul Newman. No sé si por decir esto seré, para el Sr. Anónimo, una mujer normalmente constituida y con un gusto estético no atrofiado, pero a mí siempre me ha parecido un hombre tremendamente atractivo.

"Esta es la vida que elegimos y una cosa está clara, ninguno veremos el cielo...", dice en una de sus últimas intepretaciones en Camino a la perdición.

Esperemos, Sr. Newman, que usted sí lo vea.

Anónimo dijo...

Siento mucho la muerte de Paul Newman. Y ya que usted hace ese comentario, no, no me parece que por decir eso tenga esa mácula, pero si alguien hubiera dicho que no era atractivo, me hubiera extrañado mucho menos la disensión que en el caso de Robert Mitchum. Si hubiera dos vendedores de coches que fueran estos dos grandes actores yo me habría dirigido sin dudarlo al que era Robert Mitchum para comprar un coche. Por otra parte Robert Mitchum tenía un gusto excelente en cuestión de mujeres; recuerdo vagamente una anécdota de que en Madrid alguien entró en su habitación y lo encontró en su lecho de dos hermosas hermanas(gemelas?) cantantes(¿serían por ventura las célebres hermanas Kessler?).

Anónimo dijo...

Por otra parte, me parece una muy buena elección la del texto de Jardiel Poncela, no lo ponderaré aquí gratuitamente pero estoy totalmente a su favor. Tampoco la elogiaré aquí desmedidamente, sólo puedo decir que no esperaba menos de usted(de la mayoría de la gente espero más, de otros mucho más y de casi todos, nada).

Anónimo dijo...

Con Paul Newman no creo que exista ninguna duda (en cuanto a su belleza, me refiero). Aún con mi gusto estético atrofiado me parece que el sr. Newman es el hombre perfecto. Si usted prefiere comprarle el coche a Quasimodo es problema suyo, es usted retorcido hasta para comprarse un coche, que a saber qué coche tendrá.

Si tuviera que elegir alguna película de Paul Newman me quedaría con El buscavidas o con La leyenda del indomable.

Donna Angelicata dijo...

Pues Liuva, ayer ví "La noche del cazador", y debo admitir que la presencia de Mitchum, además de terrorífica (recuerden su penetrante cancioncilla mientras persigue a los niños:"Leaning. Leaning. Leaning on the Everlasting Arm..."), me resultó más atractiva de lo que imaginaba.

Es decir, que le compraría un coche al Sr. Mitchum, vamos.

Anónimo dijo...

Perdone, mi coche,dentro de los modestos medios económicos de los que dispuse (siento dar un duro golpe a las esperanzas de mis admiradoras pues ni soy rico ni tengo a un fiel Jeeves) es admirado por su belleza allá por dónde va, sobre todo por los que juzgo tienen el mejor gusto en estas cosas, esto es, los barrenderos, los repartidores de pizzas y las peluqueras.
¿Y su película cortina rasgada? Hizo un papel bastante malo.

Donna Angelicata dijo...

Disculpen la insistencia. Me gustaría regresar a "La noche del cazador", concretamente a una escena que me resulta fantasmagórica y divertida al mismo tiempo. Se trata del momento en que los pobres niños escondidos en un granero durante la noche, ven aparecer a caballo, y en la lejanía (en forma de silueta), al motivo de sus pesadillas, Robert Mitchum que va buscándoles, y entonando la cancioncilla que he citado más arrriba. La escena, como digo, es algo espectral, pero entonces el niño dice algo que me hizo reir (pues pensé exactamente lo mismo): "¿Pero es que este hombre no duerme nunca?".

Ya está.

Enrique Gallud Jardiel dijo...

Gracias por la publicidad y por la amistad, aunque no necesariamente en ese orden.

Donna Angelicata dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Donna Angelicata dijo...

Gracias a usted, deífico Sr. Gallud, por su noble alcurnia y amable comentario, aunque no necesariamente en ese orden.

Anónimo dijo...

Parece mentira que alguien como Hitchcock se rebajara a hacer un panfleto anticomunista simplón y saturado de clichés. Los buenos son muy buenos y guapos y los malos son muy malos, comunistas y con cicatrices en la cara.

De la pareja Paul Newman y Julie Andrews se puede decir que es la peor pareja de la historia del cine. Paul Newman no está mal del todo, aunque en muchas escenas parece que está estreñido, pero la chica florero Julie Andrews no hace más que poner caritas toda la película.

Me estoy refiriendo a “Cortina rasgada”, claro. Hay un escena muy buena, que es cuando intentan matar a Gromek en el horno y él no se deja, el acosador de rubias se regodea en lo difícil que es matar a alguien si no tienes un coche bomba a mano. Y lo hace sin música ni nada. Muy rural y primitivo, vamos, muy a lo barrendero.

Usted, sr. Anónimo, sabe cómo se llama el batería de los Beatles.

Anónimo dijo...

¡Ahora sí que la ha hecho buena!Llamar a la adorable Julie Andrews chica florero, no tengo palabras para replicar a eso que usted dice(bueno, sí que las tengo). Ella debió ser la primitiva Eliza en la película y no esa zorra(perdonen, pero no puedo contenerme) de Vacaciones en Roma. (Véase La americanización de Emily)
Por otra parte a riesgo de ser simplón, pienso que los comunistas si que son muy feos y muy malos. Lo que sí me parece un cliché es que no puedan hacerse panfletos anticomunistas.

Anónimo dijo...

Hay dos Julie en el cine que relucen, aunque no con la misma intensidad, una es Julie Andrews y la otra es Julie Christie. La primera es una monja que canta con una guitarra y a veces actúa poniendo caritas (unas veces de pena y otras “alegres y faldicortas”). Y la segunda, Julie Christie, es una actriz maravillosa y guapísima que en el “Doctor Zhivago” hizo un papelón.

Además Julie Chistie tiene a su cargo una de las escena más eróticas de la historia del cine. Por cierto, Angelicata, no sería bueno hacer una entrada con las escenas más eróticas del cine.

Joseba M. dijo...

Hay más Julies, hay más Julies... e incluso Juliettes y Julias también. Una de ellas, si no recuerdo mal, fue admirada por mí en la prehistoria en una función de «Eloísa está debajo de un almendro», curiosamente.
Ah,Paul Newman, queridos, no era atractivo, era, sencillamente, guapérrimo.

Anónimo dijo...

Perdone, Julie Christie me parece una mujer con cara de caballo y no puede ni compararse con la Andrews. De acuerdo, sonrisas y lágrimas es espantosa, pero magnáninamente se lo perdono.
Si se hiciera una entrada con las escenas más eróticas ¿no cree que este blog sería visitado por montones de imbéciles que se creerían obligados a dar su lastimosa opinión y dejaría de ser el reducto de gente tan exquisita como usted o como yo? Dejemos ese tema para reuniones sociales languidecientes o para un club de parejas definitivamente aburridas.

Anónimo dijo...

Acepto la moción, pero lo de cara de caballo no se lo perdono. Espere que piense…

Sí, claro, Joseba M., claro que hay más Julies, Juliettes y Julias, se me ocurren por ejemplo estas dos: Julia Roberts (que posee la boca más larga del cine, 360° de boca, empieza en la nuca y acaba en la nuca), y Juliette Binoche, maravillosa en El paciente inglés.

Juan Carlos Garrido dijo...

Si mi hubiesen dicho que el texto correspondía a una actuación de Tip Y Coll me lo hubiese creído.

Saludos.

Álvaro dijo...

Admiro mucho a Jardiel desde pequeño, y de entre sus obras, por encima de "Amor se escribe sin hache", destacaría "La tournée de Dios", que merece estar en todas las colecciones de novelas fundamentales y en los manuales de literatura del colegio.

Mucho gusto en conocerla, donna Angelicata. Demuestra usted buen gusto actoral, literario e incluso televisivo. ¡Viva Penélope Glamour! ¡Vivan los Autos Locos!