Estimados amigos,
Concluirán ustedes que este mes, en efecto, ha sido poco fecundo. Su conclusión sin lugar a dudas posee una indecible certeza, pero esperen a ver la fecundidad del mes que acaba de empezar y juzguen ustedes después.
Sí, en efecto, abandono a mi pequeño vástago durante las canículares próximas tres o cuatro semanas por no poder atenderle (si son lo suficientemente suspicaces se darán cuenta de que lo que en realidad quiero decir es que lo que no puedo atender es a ustedes), pero regresaré con millones de nuevas genialidades que no deberían perderse a menos que sean ustedes unos cabezas de chorlito (lo cual, de la mayoría, no me consta -no, no pienso en usted como excepción, Sr. Anónimo!-), lúgubres reflexiones y rutilantes aportaciones.
-
Marcho unos días a la capital del Lacio para ver si, stendhalianamente, siento la perentoria necesidad de sentarme en un banco, por verme desfallecer trás la sublime belleza de los frescos de la Capilla Sixtina (puede que, como Sigurd dijo, fueran los 40º de agosto).
-
San Agustin dijo "Cuando estés en Roma, compórtate como los romanos". No quieran ni imaginar las atrocidades que voy a cometer.
-
Hasta pronto, queridos amigos. Disfruten ustedes, si es que pueden sin este blog, de su verano donde quiera que estén.
-
"When falls the Coliseum, Rome falls, and when Rome falls, the World". Lord Byron
21 comentarios:
Voluminoso señor,le echaré de menos. Confieso que esta vez se ha superado. Aunque apuesto a que no se va a Roma, apuesto a que se va al pueblo de su abuela.
Preferiría que me llamara "señorita voluptuosa" (nótese la influencia de mi lectura de "Mademoiselle de Maupin" de Gautier)pero que le vamos a hacer.
Confieso que también le echaré de menos estos días. Espero que a mi regreso, se encuentre usted tan simpático como siempre y nos amenice este soporífero blog con sus chispeantes comentarios.
Me ha pillado; le mandaré una postal desde Coto de Becerril.
Sabe? Hay una película que detesto, me refiero a esa de Vacaciones en Roma. Me parece completamente inverosímil que Gregory Peck estuviera perdiendo el tiempo besuqueando a esa especie de momia con ojos de mapache. Sólo espero que si va a Roma no pierda el tiempo alquilando esos ridículos trastos de dos ruedas; además que creo que no podrá soportar su peso.
Señor Anónimo, como dirían en Padre de Familia: "No soy gordo, soy rubenesco!"
Esas tipologías que se aprendían en psicología y que han quedado tan anacrónicas como cantar la internacional con el puño cerrado al atardecer en tu chalet y que nos obligaban a estudiar indicaban que los voluminosos tendían a ser voluptuosos.
Ciao, Signorina!
Nadie en este blog dice una sola verdad. Ni Coto Becerril ni Roma (Australia) ni Roma (Italia) ni Pizza Roma (Valencia, Madrid, Barcelona). Ala Este del Psiquiátrico de Villa Colmenarejo.
Conocí a un señor que también quería que le llamaran "señorita voluptuosa". Cantaba "Quizá, quizá, quizá" en un bar de carretera frecuentado por camioneros que querían ser camioneras (cosa menos reprochable que querer ser abogados o vendedores de seguros).
Le veo a la hora del snack en el Villa Colmenarejo's Bar.
Donna que Vd. lo pase bien, amiga. Llene la batería de contenidos y luego nos los dosifica en este su blog. ¡¡Pero en nombre de los sufridos diabéticos, NADA DE AZUCAR!!. Las tostadas de chocolate fundido las paladea en la Ciudad Eterna.
No se olvide de comprar "Zotal"; ya que abundan las "moscas cojoneras" en los blogs en esta época. Y me creo que incluso en invierno tendremos que aguantar a los chinches y garrapatas. ¡¡Todo sea por la biodiversidad!!.
Lo que decía el neoplatónico de San Agustín es algo que lo oí en mi pueblo: "Adonde fueres, haz lo que vieres". Pero no estaría yo muy seguro de eso. ¿Acaso podría ocultarse su beldad con un burka si visitara Afganistan?.
Bueno, Donna, que use y abuse de "les vacances". Como va a Roma le digo en latín para que son las vacaciones: "utendi et abutendi".
¡¡No haga como los romanos: castígueles con las tostadas de chocholate y luego tras una azarosa digestión simule un vahído provocado por un trance estético!!.
¡¡Es Vd. única!!.
¿Puedo cuidar de su mueble bar mientras está ausente?
Según el Baital-Pachisi hay seis cosas que tienden a rebajar a un hombre:la amistad con los pérfidos;la risa sin motivo; los altercados con mujeres; servir a un amo indigno; montar en asno y hablar cualquier idioma que no sea sánscrito. Me parece que tiene que haber otra; ir a Roma en agosto. Au revoir, indigno ser!
Y encima usted cita a Gautier! Lo único bueno de él fue su hija Judith. Por qué te fuiste Judith?
Grazie Signor Landahlauts, me ha enseñado usted una expresión que seguro me será muy útil. Arrivederci.
Sr. Sigurd, si me está comparando con esa señorita icono de camioneros, es que de todos los que participan aquí, es usted indudablemente el que menos me conoce (o el más tonto) pues todos aquí ya saben, gracias a la indiscreción de cierto señor, que debo ser un tipo cuyo diámetro estomacal supera al de la circunvalación M-40.
¡Sr. Dardo! Qué sorpresa. Pero creía que usted se encontraría cazando gorriones en alguna apacible aldea castellana (que después denomina "amigos suyos"). ¿Tienen Internet allí?. El progreso tecnológico cada día me sorprende más (siempre creí que con la fondue de chocolate, el hombre había alcanzado el cenit de la creación). Un saludo.
Sr. Groucho, ¿qué pensarán de usted los que no le conozcan?. Ha hilvanado usted una frase con tal coherencia sintáctica de manera que parece que hay un instante en el día en el que se le puede encontrar sobrio. Terrible.
Y ya por último, Sr Mameluco, a usted no sé qué decirle. Bueno sí, que tras leerle me entran unas grandiosas ganas de arrasarle con una espigadora. Cuidese.
Ya sé que es inútil, pero vuelva a su cochiquera, señor cerdo! Deje sus malditas vacaciones ya!. Le echo de menos; me gusta tanto como un trebolar a un cerdo.
Angelicata ¿estás aprendiendo latín?
Vuelve, por favor, que el sr. Anónimo se impacienta y puede empezar a comerse los muñones y, lo que es peor, se puede dar a conocer. Eso sería horrible (lo de dejar de ser anónimo, lo de los muñones es congénito).
¡Por lo que más quiera Donna; vuelva!. Los que no la odiamos; la echamos en falta. Su blog efectivamente se ha visto invadido por un puerco; y es hora de que Vd. sepa dar cuenta de tan innoble animal como se suele hacer en San Antón; aunque como Vd. es tan moderna lo mismo coge una "sierra eléctrica" como en la matanza de Texas. Me da igual; pero quíteme al guarro que se come los muñones y ofende sobremanera el buen gusto y el decoro.
Sí, efectivamente, esto es un blog y no un lodazal.
Es cierto, sería horrible dejar de ser anónimo, no por el hecho innegable de que lo soy, sino por el más innegable placer que produce el anonimato. No entiendo a la gente que se queja de la mediocridad que les hace ser como los demás. A veces cuando voy en el metro sufro un increíble acceso de placer por confundirme con ellos, por ser como ellos, con sus repulsivas y asquerosas caras, con sus, más aún, repulsivas y asquerosas vidas, tanto que me parece que mi anonimato corre peligro; pero no, en seguida vuelvo a ser como ellos. Saludos, sta. Liuva.(Lamento lo del cerdo y el trebolar, pero en aquel momento lo acababa de leer y si alguien es capaz de que obra saqué lo del trebolar ofrezco..., bueno ya lo diré que ahora tengo prisa, uno de los montones de libros que tengo duplicados)
¡Queridos señores! Su impaciencia me halaga sobremanera. Prometo regresar a mi querida porqueriza este próximo lunes.
Tengan a bien permanecer vivos hasta tal día, no soportaría sus ausencias, de la misma manera que no soportaría que el Sr. Anónimo no se dirigiera a mí en su puerco estilo.
Y es que, "A veces, hasta un cerdo ciego, encuentra una bellota".
14:00 horas del 7 de septiembre del año de Nuestro Señor de 2007
Seguimos desatendidos, Donna Angelicata.
Perdonen, aunque ya sé que soy responsable de haber introducido al cerdo aquí, ¿no podríamos dejar de denigrar a tan noble animal? Y si además, una siniestra religión-por llamarla de algún modo- lo considera tan vil es que ese animal debe ser gloria de la naturaleza; me pregunto en qué parte del opus chestertoniano hay una gloriosa apología del cerdo. Si alguien me lo dice, le haré llegar-aunque no sé cómo- el primer tomo de "El último puritano", en la edición de Edhasa.(Supongo que si alguien lo sabe es que habrá encontrado una bellota un ciego cerdo)
Publicar un comentario